Obediencia a los padres
En Garabandal la Virgen insistía a las niñas que ante todo obedecieran a sus padres. "La madre de Mari Cruz mandó un día a su hija, que se quedara en casa; y se quedó, mientras las otras tres iban a los Pinos, a la aparición. Al decirle a Mari Cruz que no se perdiera la ocasión, que fuera con las otras... ella respondía: No, mi mamá no me deja. –Pero, ¿no es mejor ver a la Virgen que quedarse en casa? –La Virgen me ha dicho que obedezca…".